miércoles, 12 de enero de 2011

RECOLETOS
PEPECROCKER

LA PÍLDORA DORADA

LA PÍLDORA DORADA. Una de las virtudes del sistema democrático es la renovación de la esperanza cada que se cambia de gobernante, no obstante, conforme pasan los años y los ciudadanos vamos observando que, como diría Julio Iglesias, la vida sigue igual, la esperanza empieza a tornarse color ingenuidad y se pone en duda las bondades de la otrora panacea democrática.
EL EXTRAÑÓ CASO DE... Nuestra infantil democracia ya tiene edad suficiente para empezar a dar sus primeros pasos; a pesar de ello, pareciera que vamos en sentido contrario y que pronto se nos va a olvidar como gatear.
QUIENES PUEDEN. Ahora que estamos estrenando Gobierno Municipal, con su corto periodo y todo, podrían significar la gran diferencia si se atrevieran a romper con las ataduras de siempre, si tuvieran madera de estadistas, si realmente les interesara la ciudadanía. Lo que quiero decirle, apreciable lector, es que los Ayuntamientos tienen el derecho de enviar al Congreso del Estado iniciativas legislativas. Déjeme comentarle algunas que podrían convertirlos en un gobierno de un antes y un después.
TRANSPARENCIA SIN ADJETIVOS. El acto de transparentar la vida pública no debería tener mayores recovecos que el de informarle a la ciudadanía las actividades de sus empleados: los servidores públicos. En el caso del Ayuntamiento aldeano lo primero sería empezar por transparentar sus declaraciones patrimoniales, esto, con el fin de que el ciudadano pueda corroborar que el crecimiento patrimonial de tal o cual funcionario corresponde con sus percepciones y no lo que ocurre actualmente.
REVOCACIÓN DE MANDATO. Es desesperante tener que soportar tres largos años para poder "renovar la esperanza" cuando se ve que un Gobierno Municipal es nefasto. Una excelente iniciativa sería la de poder revocar el mandato de un Ayuntamiento parcial o totalmente.
SUBASTA INVERSA. La asignación de obra o de adquisiciones ha sido un tema muy discutido por los famosos diezmos. Los políticos nos han hecho pensar que se quiebran la cabeza en resolver este problema, cuando en realidad se concretan a evitar que las cosas cambien (Atole con el dedo) Una subasta inversa pública (internet) es la solución y ya la están practicando en algunas áreas del Gobierno Federal, así como en uno que otro municipio del norte del país. Se trata pues de transparentar a todos los licitantes y sus respectivas propuestas, el que gana lo hace de forma transparente, sin más compromiso que el que es del conocimiento público.
LOS PRIMEROS PASOS. Lo enumerado son pequeños botones de muestra de lo que se podría hacer. Un año y ocho meses es demasiado tiempo para proponer y poner en marcha estas iniciativas; claro, habría que predicar con el ejemplo: nuestro gobierno aldeano, que prometió gobernar con la gente, tendría que empezar a caminar en ese sentido. Parece ingenuo; pero. . . y Usted. . . ¿Qué Piensa?

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