miércoles, 29 de junio de 2011

CAFÉ PARA TODOS
Alberto Carbot


* EL DIÁLOGO EN CHAPULTEPEC DEBERÁ MANTENERSE
* EL PRI BARRERÁ CON SUS OPONENTES EN EL EDOMEX


El torbellino de la violencia que envuelve al país, parece que todo lo vuelve negro y gris, como las nubes que presagian a una tormenta destructiva.
Pero a veces, en medio de esa turbulencia surgen momentos de luz. Eso es lo que ocurrió el pasado jueves en el Castillo de Chapultepec, cuando el presidente Felipe Calderón accedió a dialogar con los representantes de las víctimas producto del combate al crimen organizado, que suman más de 40 mil y unos 10 mil desaparecidos, según el conteo macabro de la prensa y de organizaciones independientes.
Posiblemente de ese encuentro no se pondrán las bases para poner fin a la espiral sangrienta que mantiene en vilo al país, y quizá ni siquiera será posible que se reduzca el promedio de asesinatos en las zonas más calientes de la República.
No obstante, lo más trascendente tiene que ver con aspectos subjetivos, con el mundo de lo simbólico, lo intangible, que a veces importa tanto como el mundo de lo concreto, de lo palpable.
No puede hablarse ya de una especie de reconciliación entre las largamente distanciadas facciones de la izquierda -partidista, social o cristiana- con la derecha -facciosa, ultramontana, radical o dialogante-, por cuanto los dogmas no se negocian y el fanatismo no se mezcla con el diálogo ni permite ceder terreno o claudicar ni un centímetro.
Pero el simple hecho de haberse sentado en una misma mesa a escuchar lo que piensa el otro, ya representa un gran avance.
El poeta y activista laico, cercano a la Teología de la Liberación, Javier Sicilia -el rostro más visible de los agraviados por estos años violentos-, le solicitó al presidente Felipe Calderón pedir perdón a las familias de los más de 40 mil asesinados en estos 4 años y medio y le reprochó que llamara "bajas colaterales" a quienes cayeron sin deberla ni temerla en medio del fuego cruzado del Ejército, la policía y las bandas de delincuentes.
El mandatario expuso que en la lucha contra el narcotráfico lo verdaderamente irresponsable hubiera sido no actuar, y pidió perdón pero "por las víctimas que murieron y que no pudimos defender" pero no por haber actuado contra los criminales que están causando esas muertes.
Calderón tuvo que soportar los airados y enconados reclamos de María Elena Herrera, madre de cuatro hijos asesinados y desaparecidos, quien le pidió que las fuerzas del orden hagan su trabajo y le aseguró que "no aceptamos más engaños, mentiras ni injusticia".
Javier Le Barón, de Chihuahua -cuyo hermano fue asesinado-, pidió a Calderón acompañar a la Caravana de Paz que irá hasta Guatemala y preguntó al mandatario "si será recordado como el presidente de los 40 mil muertos".
La simbología también estuvo presente, cuando se decidió que fuera el Castillo de Chapultepec la sede de este encuentro, pues ahí es donde los cadetes del Colegio Militar defendieron al país de la invasión estadounidense y donde el 16 de enero de 1992 firmaron el Acuerdo de Paz el gobierno de El Salvador y el guerrillero Frente Farabundo Martí, que puso fin a 12 años de guerra civil en ese país.
Calderón dijo no estar arrepentido de haber enviado a las tropas federales a combatir a los narcos. "Me arrepiento de no haberlas enviado antes para evitar así el asesinato, por ejemplo, de Juan Francisco", el hijo de Sicilia, dijo.
Son muchos los momentos que se vivieron en esa jornada memorable dignos de ser rescatados para su análisis y consideración.
Por ejemplo, Sicilia consideró que "no son ustedes responsables del pudrimiento de instituciones pero sí han estado ahí; son responsables de tratar el problema como seguridad nacional y no como seguridad pública".
Lo paradójico de todo es la corta memoria que tenemos los mexicanos y la forma en que, caprichosamente, cambiamos de opinión o nos aferramos a nuestros dogmas.
Por ejemplo, dos días después del diálogo con los participantes en la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad -que recorrió unos 3 mil kilómetros hasta ciudad Juárez desde Cuernavaca-, el gobierno de México desplegó al menos 2 mil 700 militares en Tamaulipas, como "refuerzo para realizar tareas de seguridad pública".
DEPURACIÓN DE LAS CORPORACIONES POLICIACAS
La medida es temporal y extraordinaria, en tanto se desarrolla el proceso de depuración de las corporaciones policíacas locales y el reclutamiento de nuevos elementos, argumentó el gobierno. Esa quizá fue la respuesta más elocuente a todo el drama humano que viven las víctimas y que fue escuchado en directo por el presidente Calderón.
Un día antes del diálogo en el Castillo de Chapultepec, el presidente había participado en Guatemala con su homólogo de Colombia, Juan Manuel Santos así como la secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, y la ministra de Asuntos Exteriores de España, Trinidad Jiménez, en la Primera Conferencia Internacional de Seguridad de Centroamérica.
En ese encuentro, los países donantes ofrecieron su total apoyo a Centroamérica en la lucha contra el crimen organizado y narcotráfico, pero solicitaron a empresarios de la región y personas pudientes que paguen más impuestos para apoyar la estrategia de seguridad regional, es decir, que apliquen el mismo modelo que se sigue en México para perseguir a los delincuentes. Estimaron que se requieren al menos 6 mil 500 millones de dólares para enfrentar la violencia en el área.
En contrapartida, los representantes del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo ofrecieron aportes de apenas mil 500 millones de dólares para financiar el plan que permita el combate contra la violencia que enfrenta la región.
Los gobernantes centroamericanos propusieron crear un impuesto regional que generará más fondos para ser utilizados en el combate a la criminalidad, comprar armas, uniformes, tanques ligeros, pertrechos y municiones, aunque ciertamente los habitantes de región centroamericana necesitan igualmente pan, techo, agua potable, drenaje e infraestructura básica, como escuelas, caminos, puentes, presas y hospitales.
No obstante todo ello, ojalá que se repitan los encuentros como el de Chapultepec, porque de alguna manera son terapéuticos, es decir, sirven para liberar esas profundas tensiones que nos mantienen en estado de crispación. Y también ojalá que Calderón mantenga esa voluntad de diálogo, que por donde se le vea es positiva, porque puede conducir a un mejor país.
GRANOS DE CAFÉ
El próximo domingo serán las elecciones a gobernador en el Estado de México, consideradas como una antesala de la elección presidencial del 2012.
Todas las encuestas y augurios permiten adelantar un rotundo triunfo priísta, ya que según el último sondeo, el candidato tricolor tiene más del 54 por ciento de la intención de voto de los electores mexiquenses, por lo que todo apunta a que Eruviel Àvila será el próximo gobernador del Estad de México.
Sin embargo, no todo será terso para el PRI, a pesar de los resultados del próximo domingo, ya que seguramente los partidos perdedores impugnarán la elección, pretextando cualquier motivo, antes que reconocer que debido a la soberbia y tozudez de ambos al elegir sus candidatos, el resultado no podría haberles sido más desfavorable.
Por el lado del PRD, Alejandro Encinas nunca pudo remontar su campaña, a pesar de haber contado con el apoyo de Andrés Manuel López Obrador y sus huestes y seguramente su premio de consolación -dicen sus allegados-, será su candidatura al Gobierno del Distrito Federal, que de ser así, tampoco será fácil, ya que los capitalinos están más que hartos de la administraciones perredistas cuyos resultados se reflejan en mayor corrupción, aumento del comercio informal, manifestaciones, crisis de inseguridad, obras inconclusas y de mala calidad, por mencionar algunos.
Por otro lado, el candidato panista para el Estado de México, Luis Felipe Bravo Mena, nunca tuvo la menor oportunidad de siquiera constituir una amenaza, ya que ni sumando sus votos con los del PRD, significan mayoría. Bravo Mena es sin duda, un destacado abogado y profesor, pero dista mucho de ser una figura política de peso. Hay que reconocerle su labor al interior del panismo, pero eso no es suficiente para aspirar a obtener un cargo del nivel de la gubernatura del Estado de México.
Así pues, si las elecciones del próximo domingo son el preámbulo de lo que se espera en el 2012, todo parece indicar que el Revolucionario Institucional volverá a ostentar el poder… Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección gentesur@hotmail.com

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