domingo, 22 de enero de 2012

A 6570 días del levantamiento armado del EZLN VI


Gaspar Morquecho

4.- Las Iglesias, el cuarto ejército

… Iniciaba a escribir sobre el Cuarto Ejército con una entrada era ultra: "Desde que las iglesias se convirtieron en un poderoso instrumento del Estado…", cuando una voz celestial y compasiva me interrumpió. Era mi Ángel de la Guarda. Decía: "¡Cuidado! No mezcles los asuntos de la iglesia. ¿Qué no recuerdas lo dicho por Don Quijote: Con la iglesia hemos topado, Sancho…". ¿Don Quijote? Pregunté. Mmmmmh… Entonces recordé una de tantas del Sub Marcos: "El Quijote es el mejor libro de teoría política (…)" (2001). Capaz que ese mi culto ángel guardián tiene razón, me dije. Pero… ¡Puta madre… de aquí que termino de leer al tal Manco de Lepanto, va estar cabrón… Aprovechando ese momento de duda, el pacheco de mi Ángel Malo, tocando las fibras del México Profundo chilango y machín, lanzó, con el cantadito del ñerísimo chilango broza y pandillero: "No le saaaqueees. No seas puñal. O qué, ¿ya mariposa rosa?" Confundido con tanta filosofía empecé a escribir lo políticamente incorrecto y exponerme a la enésima excomunión de mi vida o, como dicen en mi pueblo, a "meterme en camisa de 11 varas"...
En Chiapas, los indios son profundamente religiosos. En su religiosidad se cimientan, en buena medida, las llamadas tradiciones y costumbres. Después de la iglesia Católica, una diversidad de iglesias cristianas no católicas, son las mediaciones que se ocupan de atender esa religiosidad. Desde 1995, varias familias de indios chamulas viven el Islam.
El la década de 1970, el arca de la Diócesis de San Cristóbal navegaba en las aguas de la Teología de la Liberación y de la "opción preferencial por los pobres". El obispo Samuel Ruiz, Príncipe de la Iglesia, Tatic, el Caminante, era un referente obligado para el Estado mexicano y todo candidato a la presidencia de la República buscaba una entrevista con él. Eran recibidos en el obispado.
El fortalecimiento de las misiones en su Diócesis y el enorme trabajo de los equipos de pastoral - sostenido en lo fundamental por las incansables religiosas -, dieron, a la iglesia de Samuel, un importante arraigo e influencia en los pueblos y comunidades indígenas. Por su parte, la política indigenista del gobierno federal (Luis Echeverría) - remedo de la política del general Cárdenas -, "promovió la creación del Movimiento Nacional Indígena (1973)". El gobierno federal realizó 56 congresos regionales y en 1975 el Congreso Nacional de Pueblos Indígenas. Para el Congreso Indígena en Chiapas (1974), los gobiernos federal y estatal (Velasco Suárez), pidieron a Samuel Ruiz su intervención. Samuel aceptó y la Diócesis montó un aparato que contó con grupos de apoyo externo y personas que "sembraron y cosecharon la palabra" en cientos de comunidades indígenas. Resultados: a) La elaboración colectiva de un programa de lucha y demandas indígenas: Tierra, comercialización justa de sus productos, educación y salud; b) La creación y/o el fortalecimiento de una diversidad de organizaciones campesinas e indígenas. Se fortaleció, también, la decisión diocesana de "acompañar al pueblo de Dios". Al final de los gobiernos de Echeverría y Velasco Suárez (1976) se desató la represión en contra de los movimientos indígenas y campesinos en Chiapas. Situación que va a prevalecer y a agudizarse en las décadas de 1980 y 1990.
A principios de la década de 1980 las prioridades de la Diócesis del Caminante eran: a) El acompañamiento a las agrupaciones indio-campesinas en la lucha por la tierra; b) Evitar las expulsiones de indígenas en los Altos de Chiapas; c) La liberación de los campesinos injustamente presos y d) La solidaridad con los refugiados por la guerra en Centroamérica. Los agentes de pastoral desarrollaban diversas actividades comunitarias: formación de cooperativas, colectivos para la atención a la educación, la salud y la producción y una especial atención al trabajo con mujeres. Habían construido importantes plataformas como la Coordinadora Diocesana de Mujeres y después el Movimiento del Pueblo Creyente. En la Selva acompañaba el proceso de la Kiptik ta Lecubtesel, en los Valles Centrales de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ), en el norte y frontera del estado a la Central Independiente de Obreros y Campesinos (CIOAC), en Altos a la Organización Indígena de Los altos de Chiapas (ORIACH), entre otras.
Los conflictos armados en Centroamérica caracterizaban a la región. Sacerdotes y religiosas perdieron la vida. Tres casos sonaron con fuerza: 1) El asesinato de monseñor Romero en 1980 cuando oficiaba misa; 2) La violación y asesinato de 4 religiosas norteamericanas por soldados de la Guardia Nacional salvadoreña en diciembre de 1980; 3) El 16 de noviembre de 1989, cinco jesuitas españoles, un jesuita salvadoreño y 2 domésticas salvadoreñas que trabajaban con ellos fueron masacrados por un escuadrón del Batallón Atlacatl de la Fuerza Armada de El Salvador.
Eran los signos de los tiempos para el obispo, sacerdotes y religiosas de la Diócesis de San Cristóbal. No había razón para no "acompañar" y animar el proceso iniciado por las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) en Chiapas (1983). Sin embargo, los signos de los tiempos cambiaron: Cayó el Muro de Berlín, el Bloque Soviético y se profundizó el proceso de pacificación en América Central. Ante la imposibilidad de tomar el poder por la vía armada y la electoral, se declaró inviable a la lucha armada y se abrió, como tercera vía, el fortalecimiento de la sociedad civil. En la coyuntura la Diócesis de Samuel Ruiz modificó su postura. El golpe de timón va a provocar un reacomodo de fuerzas y nuevas tensiones al interior de la misma, con el EZLN y, en los pueblos y comunidades indígenas. Sin embargo, podemos decir que los mayores desafíos de la iglesia y apostolado de Samuel Ruiz en 35 años de obispo en tierra de indios fueron: la guerra declarada por el EZLN y los 13 días de combates.
La Asamblea Diocesana, de los últimos días de1993 y los primeros de1994, nos debe la memoria de esos días de tensiones y acuerdos internos. Los hechos denuncian que, independientemente de las diferencias, el acuerdo fue "acompañar" el proceso. Samuel Ruiz aceptó ser la mediación entre "las partes" y todas las plataformas creadas durante su gestión "cerraron filas". Antecedente de lo que en 1995 fue la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI).
En su caminar Samuel y su Diócesis, vivieron otros niveles y ámbitos de tensiones con los diferentes gobiernos y cacicazgos locales: con José Castillo Tielemans, la violenta expulsión de la misión en Chamula (1969); Manuel Velasco Suárez, al final de su gestión optó por la represión a los movimientos indio-campesinos para conciliarse con los rancheros (1976); Juan Sabines Gutiérrez desató una brutal represión a los movimientos campesinos durante sus 3 años de gestión (1979-1982); el general Absalón Castellanos continuó con la represión sistemática (1982-1988).
Patrocinio Gonzáles Garrido (1988-1993) se merece un párrafo aparte. Siguiendo la tradición de los Garrido Canabal, su gobierno se caracterizó por su autoritarismo y anticatolicismo. Mientras Carlos Salinas se preparaba para llegar a Los Pinos, Patrocinio pavimentaba el camino para arribar a Chiapas como gobernador. Para ello, tuvo varias entrevistas con Samuel Ruiz. La propuesta de Patrocinio fue: "Planteen los problemas y yo los resuelvo". Era una oportunidad para la atención de los innumerables conflictos en la entidad, sin embargo, la intención de fondo de Patrocinio era subordinar y someter a la Diócesis de Samuel Ruiz. El 13 de febrero de 1989 nació la Dirección General de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación y ese mismo año se fundó el Frayba.
La lucha consecuente de Tatic, pronto, va a provocar una desproporcionada reacción de Patrocinio. En septiembre de 1991 fue detenido Joel Padrón, párroco de Simojovel, lo que va a movilizar las bases del naciente Movimiento del Pueblo Creyente. En 1992, indígenas de la región Chol y agrupados en X'inich' (hormiga), realizaron una Marcha Caravana de 52 días de Palenque a México en demanda de paz, impartición de justicia y no más violación a los Derechos Humanos. En 1992, tras la arbitraria detención de un grupo de indígenas se creó la organización de Las Abejas (ta yox pom) en el municipio de Chenlahó. Otra más, en el municipio de Chilón, fue AbuXu (arriera nocturna). Todas vinculadas a la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas. (Tengo la impresión que estas agrupaciones fueron, en su momento, una forma de distinguirse del EZLN). En octubre de 1993, Patrocinio González Garrido, como titular de la Secretaría de Gobernación, emperrado y con la complicidad del nuncio apostólico Girolamo Prigione pretendieron descabezar la Diócesis de San Cristóbal. Patrocinio estaba convencido de que Samuel Ruiz era responsable de la guerrilla en la selva. Miles de indígenas del Movimiento del Pueblo Creyente se manifestaron en defensa de su Tatic.
Eduardo Robledo Rincón (1994-1995) exigió la renuncia de Tactic cuando Zedillo lo renunció como condición del EZLN para reiniciar el diálogo después de la Traición de febrero. Ernesto Zedillo (1994-2000) y Julio César Ruiz Ferro (1995-1998) dan un golpe criminal a la Diócesis y a su feligresía. Son los responsables de la masacre en Acteal donde murieron 45 hombres, mujeres, niñas/os indígenas (1997). Zedillo y Roberto Albores Guillén (1998-2000) - bautizado por Marcos como El Croquetas -, tensaron el territorio de la Diócesis con el "desmantelamiento" de las sedes de los Municipios Rebeldes Zapatistas.
Me parece que Juan Sabines Jr. ha sido el peor de todos. Mientras su gobierno agredía al pueblo creyente, a las bases de apoyo zapatista y ayudaba a recomponer lo peor del priísmo local, aprovechando la amistad con algunos familiares de Samuel utilizó su imagen para proyectarse políticamente, intervino sin recato e hizo de los funerales de Tatic un acto oficial, después acompañó a FECAL para visitar la tumba del obispo en la Catedral, finalmente, en un acto de despojo se llevó su nombre a la cueva de bandidos conocida como congreso del estado.
Destacada fue la labor de Samuel Ruiz y los equipos de pastoral. Después de 52 años, el 24 de enero de 2011, el Caminante falleció. En un comunicado firmado por el Teniente Coronel I. Moisés y el Subcomandante I. Marcos, el EZLN manifestó su pesar y reconocimiento al Tatic.
"(…)
Aunque no fueron pocas ni superficiales las diferencias, desacuerdos y distancias, hoy queremos remarcar un compromiso y una trayectoria que no son sólo de un individuo, sino de toda una corriente dentro de la Iglesia Católica.
Don Samuel Ruiz García no sólo destacó en un catolicismo practicado en y con los desposeídos, con su equipo también formó toda una generación de cristianos comprometidos con esa práctica de la religión católica. No sólo se preocupó por la grave situación de miseria y marginación de los pueblos originarios de Chiapas, también trabajó, junto con heroico equipo de pastoral, por mejorar esas indignas condiciones de vida y muerte.
Lo que los gobiernos olvidaron propositivamente para cultivar la muerte, se hizo memoria de vida en la diócesis de San Cristóbal de Las Casas.
Don Samuel Ruiz García y su equipo no sólo se empeñaron en alcanzar la paz con justicia y dignidad para los indígenas de Chiapas, también arriesgaron y arriesgan su vida, libertad y bienes en ese camino truncado por la soberbia del poder político.
Incluso desde mucho antes de nuestro alzamiento en 1994, la Diócesis de San Cristóbal padeció el hostigamiento, los ataques y las calumnias del Ejército Federal y de los gobiernos estatales en turno.
(…) El grotesco desfile de personajes de la política local y nacional frente al féretro de Don Samuel no es para honrarlo, sino para comprobar, con alivio, que ha muerto; y los medios locales simulan lamentar lo que en la realidad festinan.
(…)"
Las iglesias cristianas no católicas…

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