viernes, 27 de enero de 2012

DIÓCESIS
+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Auxiliar Diócesis de San Cristóbal de Las Casas

Hermanos y hermanas de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas.


Que la fuerza y el amor que se hizo presente en la vida de jTatic Samuel, testimonio de la presencia de Dios, a un año de su pascua, esté con ustedes.
Como Consejo Diocesano De Pastoral vemos importante dar una palabra en torno a las elecciones que se llevarán acabo el día 1 de Julio de este año 2012, para elegir presidente de la republica, gobernador, senadores, diputados federales y locales y presidentes municipales.
Ante la situación de violencia y descomposición del país, se requieren gobernantes honestos, rectos y capaces. Todos sabemos que es un derecho de todo ciudadano hombre o mujer mayor de 18 años, votar y ser votado para cargos de gobierno. Este sistema para elegir a nuestros gobernantes es parte de lo que llamamos democracia. No es el único. En algunas regiones son los usos y costumbres los que rigen las elecciones. Esta es una manera de ejercer la democracia; es decir que la voz del pueblo sea escuchada y obedecida. No es la única forma de vivir la democracia, hay otros caminos que la complementan y fortalecen unos ya construidos y otros por construirse.
Votar es un derecho que se ejerce secreta, libre y soberanamente por cada persona. Nadie puede ser obligado, presionado, comprado para votar por un determinado candidato o partido. Si alguna persona, grupo, organización o partido pretende manipular de alguna manera el voto ciudadano, tenemos obligación de denunciarlo a las autoridades. Nuestra decisión no debe depender de lo que los candidatos regalan, sino de sus propuestas, de su historia personal y de su experiencia de servicio a la comunidad.
Estamos viviendo tiempos de mayor violencia, pobreza, descomposición y deterioro en lo económico, político y social a causa del sistema económico que vivimos, que se ha agudizado a causa de la economía y crimen organizado en donde están involucradas autoridades municipales, estatales, federales, delincuencia organizada, conjuntamente con quienes tienen el poder económico.
Hacemos un llamado a estar atentos como sociedad civil para denunciar e impedir, en la medida de nuestras posibilidades, que sean elegidas personas involucradas directa o indirectamente con la delincuencia organizada, la economía criminal y la corrupción.
Desde las elecciones pasadas, hay candidatos que se han presentado en las comunidades vestidos de ovejas siendo realmente lobos. Algunos partidos buscan seguidores en varias regiones y están convocando a pastores evangélicos o guías de distintas religiones y sectas, a lideres católicos catequistas, diáconos, ministros y agentes de pastoral, a participar en reuniones en aparentes ambientes de oración. Amenizan sus campañas electorales con cantos religiosos, ofrecen regalos como Biblias, crucifijos y promesas de ayudas para la construcción o remodelación de templos o ermitas.
No nos prestemos a estos engaños ni dejemos que otros sean comprados por las migajas que ofrecen estos grupos. Tomar la Palabra de Dios y los espacios del ámbito religioso en favor de un partido político es deformar la imagen de Dios (Cfr Ex 20, 1-3.7; Lv. 19, 12; Dt 18, 19-20; Jer, 14, 14-16).
En estos momentos debemos recordar lo que nos dice nuestro Sínodo en el No. 89: “Como Iglesia no podemos identificarnos ni depender de partidos y organizaciones políticas o militares, aunque en lo personal los laicos tienen el pleno derecho de participación y compromiso político.” Y no podemos olvidar que “para un buen ejercicio de su ministerio, que es un servicio a la unidad, el candidato y el diácono no tendrá ningún cargo político” (Cfr. No. 422 y 388). El servidor de la Palabra de Dios ha de ser el que sirve (Lc. 22, 24).
En estas elecciones se designarán con el voto tanto a las personas que son candidatos a distintos puestos de gobierno, como también a los partidos que les apoyan. Habrá que elegir personas y sus partidos que puedan responder a la situación de miseria, corrupción y violencia que viven los municipios, el Estado de Chiapas y el País. Como una ayuda para este tiempo de elecciones, reflexionemos qué nos dice la Sagrada Escritura cuando el pueblo de Israel es iluminado en su camino. Dios elige a los humildes de corazón, a quienes escuchan su palabra (Cfr 1 Samuel 16, 1b. 6 – 7. 10 – 13ª; 1 Samuel 8; Jueces 9, 8 ss).
Es a los pobres y sencillos a quienes elige Dios para que hagan presente su reinado en beneficio de los pobres (Cfr Is. 35, 4-7a; Sal 146, 7, 8-9a. 9bc-10; Sant 2, 1-9).
Debemos vigilar y exigir que quienes resulten electos gobiernen recta y honradamente para todo el pueblo y no sólo para los de su partido. Toda autoridad es un servicio y tiene que dar vida a su pueblo y no muerte, como las autoridades que siguen dando permisos para vender alcohol, abrir cantinas, que se hacen de la vista gorda con la venta de droga y se quedan con el dinero del pueblo en las obras que realizan.
Unámonos en ayuno y oración, para que el Señor nos dé la sabiduría necesaria para que, como ciudadanos y creyentes de su Palabra, sepamos elegir a quienes no busquen sus propios intereses, sino que con su sabiduría, palabra y obra, velen por los derechos del pueblo pobre de Dios.
EL CONSEJO DE PASTORAL DE LA DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS.
Hna. Ma. Del Carmen Díaz Garduño Manuel Pérez Gómez
Equipo Sureste Equipo Tsotsil
Martín González Montaño Jenaro Reséndiz Estrada Marcelo López Gómez
Equipo Tseltal Equipo Ch’ol Consejo de Diáconos
Andrés Pérez Pérez Víctor Manuel Pérez Hernández Heriberto Cruz Vera
Equipo Tsotsil Rector del Seminario Equipo Ch’ol y Ecónomo
Abel Jiménez Nájera María Elena Carrizales Arredondo
Equipo Sur Canciller
Armando Barrón Peralta José Avilés Arriola sj Javier Reyes Reyes
Coordinador de Pastoral Social Vicario de Justicia y Paz Vicario de Pastoral
+ Monseñor Felipe Arizmendi Esquivel +Monseñor Enrique Díaz Díaz
Obispo Diocesano Obispo Auxiliar

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