jueves, 1 de marzo de 2012




Felipe Arizmendi aseguró que la visita del Papa Benedicto XVI, programada para finales de marzo, se dará en una etapa difícil para la nación







ALBERTO HERNÁNDEZ
El obispo de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, aseguró que la visita del Papa Benedicto XVI, programada para finales de marzo, se dará en una etapa difícil para la nación, y expresó su deseo de que su presencia en estas tierras "nos fortalezca y nos ilumine".
"El Papa viene a México en una etapa difícil. Estamos enfrentando el exorbitado poder económico y armamentístico de quienes han encontrado un caudal de dinero en el tráfico de drogas dentro del país y sobre todo hacia Estados Unidos, donde más se consumen", aseguró el prelado en su mensaje de media semana.
En un comunicado, el religioso lamentó que "los jefes de este negocio ilícito y destructor intentan corromper todo y a todos, para que les dejen el campo libre. Se empeñan en coludir a gobernantes y aspirantes a puestos públicos, para asegurar su predominio e impunidad".
El pueblo, pobres y ricos, dijo, "se siente indefenso, acorralado, impotente para defenderse de criminales sin conciencia ni humanidad".
Aunque aseguró que el gobierno federal hace cuanto puede para combatir esta lacra, "paga un precio muy alto de desprestigio político por los innumerables muertos que esta lucha ha provocado", afirmó.
"Todos quisiéramos gozar de tranquilidad; que nadie falleciera por los efectos colaterales de esta cruzada; que nadie violara derechos humanos; que las instancias judiciales fueran efectivas; que no huyera el turismo; que tuvieran confianza los inversionistas; que pudiéramos transitar sin temor en nuestros pueblos y ciudades. Pero, lograr esta paz, ¿es sólo competencia del gobierno?", cuestionó el líder católico.
Felipe Arizmendi señaló que quienes han destruido las sólidas bases de la familia tradicional, con leyes y costumbres contra la vida y contra el matrimonio, son éticamente responsables de este cáncer social, "aunque no lo quieran reconocer; es más fácil lavarse las manos y culpar de todo al gobierno".
Dijo que el llamado de padres de familia, educadores, gobernantes, creadores de opinión, legisladores, artistas y comunicadores es a "unir esfuerzos por salvar la familia contra todas las tentaciones e insidias que el mundo moderno propone, en vez de desgastarnos echándonos culpas unos a otros, pues niños y jóvenes que gozan de un hogar estable y sereno, son los mejor protegidos de la corrosión y los que salvarán al país".
"Los agentes de pastoral proponen que le demos la prioridad debida a la pastoral juvenil y familiar; dediquemos más tiempo a los jóvenes y a los matrimonios. Tenemos una luz y una esperanza que ofrecer al país. Y que la visita del Papa nos fortalezca y nos ilumine", concluyó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario