sábado, 26 de mayo de 2012






SCLC sobre resulutivos de la asamblea diocesana



ALBERTO HERNÁNDEZ
EL SIE7E
Con el objetivo de "acercarnos con el corazón a las y los jóvenes y a su realidad pluricultural para buscar respuestas pastorales que favorezcan su acompañamiento humano, cristiano y eclesial, para que asuman su compromiso como discípulos y misioneros de Jesucristo", concluyó la Asamblea Diocesana efectuada en San Cristóbal de Las Casas.
Realizada conforme al III Sínodo Diocesano, los cerca de 300 asistentes cuestionaron el tema "¿Qué te dice la realidad de los jóvenes?: Que los jóvenes tienen mucho potencial que no hemos sabido aprovechar por no darles acompañamiento".
Los asistentes mencionaron que esta realidad los cuestiona e invita a reconocer las fallas desde la familia; que la realidad de la juventud hoy es un reto muy complejo; que se debe aceptar a los jóvenes en su realidad; que los jóvenes no pueden quedarse callados; que las palabras de los jóvenes nos hacen escuchar sus gritos, que los jóvenes tienen la necesidad de ser escuchados y de ser tomados en cuenta".
Pero que "los jóvenes necesitan ayuda y motivación de los trabajadores de la iglesia de cada comunidad; que debemos buscar estrategias, dinámicas para animar a los jóvenes; que faltan personas que se comprometan con los jóvenes; que tenemos una gran responsabilidad para transformar esta realidad como Iglesia; que la iglesia se ha atrasado en esta área; que la realidad nos ha superado".
Otros datos señalados en esta Asamblea Diocesana: "Hay jóvenes que están trabajando con alcohólicos y con hijos de alcohólicos, apoyando su rehabilitación; el sistema educativo desubica a los jóvenes de los saberes de los ancianos; la situación de emergencia nacional está afectando la vida de los jóvenes; muchos catequistas no acercan a sus hijos a la vida de la Iglesia; existe necesidad de profundizar en la problemática de la violencia intrafamiliar; la oferta del
narcotráfico surge como opción de empleo para algunos jóvenes; hay jóvenes pierden confianza en la Iglesia y gobierno".
Expresaron que ante esta realidad, existe desconcierto e impotencia; tristeza y preocupación por los diferentes vicios que afectan a la juventud y por el desamor, y el ver que no encuentran el sentido de su ser y actuar. Existe temor de cómo están ahora los jóvenes y sienten culpabilidad porque no han acompañado a los jóvenes, contentos, con esperanza de que el joven quiera y pueda cambiar.
Los compromisos finales de la Asamblea fueron: Fortalecer la estructura diocesana de pastoral juvenil y su respectiva área. Salir al lugar a donde están las y los jóvenes, para escucharlos, partiendo de lo que creen. Dentro de la opción preferencial por los pobres, priorizar a los jóvenes. Crear desde la diócesis y las parroquias un plan de formación para los jóvenes, tomando en cuenta su palabra.
El obispo Felipe Arizmendi Esquivel dijo que la Asamblea se llevó a cabo de lunes a viernes con la participación de unas 300 personas entre sacerdotes, religiosas, seglares y sobre todo jóvenes, porque el tema central de la asamblea, como decidieron hace un año, "es cómo atender pastoralmente los jóvenes".

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