martes, 11 de septiembre de 2012




Carlos Salinas: el ideólogo reflexivo




Gaspar Morquecho




Una semana después que el Tribunal Electoral entregó la constancia de mayoría como presidente electo a Peña Nieto, Carlos Salinas se plantó en el escenario político. Ha sido nuevamente Quintana Roo - uno de los paraísos de las Empresas Radicales en este país -, el foro escogido por Carlos Salinas de Gortari para proyectar su imagen y poder.
El telón de fondo fue el primer informe del gobernador de esa entidad. La edición de la fotografía para su publicación en la portada de La Jornada (8/Sep/12) no tiene desperdicio. A Salinas de Gortari lo distingue la guayabera con cuello redondo y está flanqueado, a su izquierda, por un militar y, a su derecha, por el presidente nacional del PRI. Burócratas de dos de los aparatos de control en México. El primero, de disciplinamiento y represor, y el segundo, político. Ambos, las fuerzas armadas y el PRI, con un poder extraordinario. En las páginas 5, 14 y 28 de ese diario, otras imágenes nos dejan ver momentos del evento político, pero también, parte de la onerosa y parasitaria familia política de México. Al "informe" asistieron 14 gobernadores y ex gobernadores, es decir, la burocracia política encargada de administrar y mantener a raya el territorio correspondiente.
En su oportunidad el corresponsal hizo una torpe pregunta a Carlos Salinas: "la vuelta del PRI a Los Pinos implica que regrese al poder", a lo que Salinas respondió en un desplante enorme de pedantería y demagogia: "Estoy dedicado a la batalla de las ideas, de la reflexión." Quizás de esa forma quiso distanciarse de los enanos que para gobernar obedecen los dictados de la megapolítica actual. Enajenando el lenguaje cristiano esperanzador sentenció: "Peña Nieto, una garantía de esperanza".
Atrás y muy lejos quedaron las secuelas del levantamiento armado en Chiapas, el quiebre del Grupo Compacto Salinista, la "huelga de hambre" en un barrio popular de Monterrey, el encarcelamiento de su hermano Raúl, el exilio en Dublín y sus andanzas en Cuba. Carlos Salinas, el neoliberal conservador está de regreso y derrochando poder.
AMLO-MORENA han arriado las banderas y el llamado a la "desobediencia civil" se acerca más a la obediencia institucional. El 132 y el MPJD debilitados. Las resistencias aisladas y el EZLN silente y sin iniciativa política.
El sarcasmo del Astillero… ¡Ad hoc!: "… mientras Carlos Salinas dice que necesitaría una cirugía plástica para borrarse la sonrisa de la cara…"

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