miércoles, 17 de octubre de 2012

CAFÉ PARA TODOS Alberto Carbot
* “EL LAZCA”, EL CADÁVER MÁS BUSCADO; UN OPERATIVO A TODAS LUCES DESASEADO


* EL RECUERDO DEL MAESTRO HUMBERTO ZENDEJAS Y SUS FOTOS DE MARILYN MONROE

La Marina mexicana se pudo haber cubierto de gloria con el “abatimiento”, como eufemísticamente se llamó a la ejecución de Heriberto Lazcano, “El Lazca” o “El Verdugo”, el segundo hombre más buscado por la justicia mexicana, jefe del temido cártel de Los Zetas, famoso por sus prácticas sanguinarias.

El problema fue que el asesinato de Lazcano, antiguo militar de élite del Ejército, no estuvo precedido por una exhaustiva labor de inteligencia. Fue en realidad, aseguran, algo accidental, lo cual sin embargo no está mal, si cuando menos el proceso del caso no hubiera estado tan desaseado y si se hubieran tomado las previsiones mínimas tras la muerte del temido capo hidalguense.

Parece que la Marina nunca se imaginó que ese hombre al que algunos infantes dieron muerte en Progreso -una pequeña localidad del estado de Coahuila, mientras observaba un partido de béisbol llanero-, era nada más y nada menos que uno de los más buscados.

Ello explica por qué se le hicieron algunas pruebas forenses y dejaron que el Ministerio Público local se lo llevara a una funeraria de Sabinas, donde horas después hombres armados acudieron para robarse el cadáver, junto al de su guardaespaldas.

La Ley de Murphy señala que lo que “si algo puede salir mal, saldrá mal” y eso parece ser lo que ocurrió ese domingo 7 en Progreso. El ambiente de desconfianza y sospecha envolvió a todo el caso. Por principio, los expertos aseguran que el cadáver no se parece en nada al capo de las drogas, según las fotos exhibidas públicamente.

Los comunicados oficiales que tanto la Marina como la Procuraduría de Justicia de Coahuila dieron a los medios, no se pusieron de acuerdo sobre si Lazcano veía el partido en las gradas o en su camioneta o si había ido por unas cervezas. Tampoco concuerdan en su estatura ni lugar de nacimiento. Unos dicen que medía 1.60 -supuestamente así se señala en la ficha de su ingreso al Ejército, cuando tenía 16 años-; otros que 1.72 y algunos más, que 1.80 (según la versión de la DEA). Sobre el lugar donde vio la primera luz, unos aseguran que en Apan y otros que en Pachuca.

No resulta extraño que tanto la Marina como la Fiscalía local, polemizaran luego sobre el tema. Por un lado, la Armada de México señaló que las autoridades de Coahuila eran las responsables de resguardar los cadáveres de Lazcano y su guardaespaldas, y por otro la Procuraduría de Justicia estatal afirmó que “vigilar funerarias no figura en sus atribuciones”.

La Marina argumentó que no montó un operativo de vigilancia especial, porque desconocía que se trataba de él, lo que comprobó hasta que fueron comparadas las huellas digitales del cadáver con el banco de datos del gobierno.

José Luis Vergara, vocero de la Armada, señaló que si desde el principio se hubiera sabido que se trataba de Lazcano “seguramente las cosas hubieran sido distintas”, aseguró.

Su muerte se ha visto rodeada de un manto de dudas, debido a que el capo no iba rodeado de su habitual aparato de seguridad sino sólo estaba en compañía de un guardia. Eso dio pie a que se dijera que se inventaran una serie de disparates como que sufría una enfermedad terminal, que ya se había peleado con su socio el Z-40, a quien había prácticamente cedido todo el mando de los Zetas o que se disponía a retirarse.

En el Palacio Legislativo de San Lázaro -que a veces es donde mejor se diseminan los chismes de lavadero-, corrió la versión de que no murió, sino se sumó al programa de testigos protegidos.

Los estadounidenses por si las dudas evitaron pronunciarse sobre el tema hasta que no se confirmara que “El Lazca” había realmente muerto, pues el robo del cadáver puso en ridículo al gobierno mexicano ante los ojos del mundo.

Para subsanar su error, la Armada mexicana emprendió una verdadera cacería del cadáver del capo. Empero, como moderno Cid Campeador, Lazcano parece que sigue ganando batallas a pesar de que ya no habita el valle de los vivos.

El ex subsecretario de Seguridad Pública y actual presidente de la comisión de Seguridad Pública del Senado, el priista Omar Fayad, puso el dedo en la llaga cuando cuestionó “el desaseo informativo” en que incurrió el gobierno del presidente Felipe Calderón en torno a la presunta muerte de Lazcano.

Por su parte, senador perredista Armando Ríos Piter dijo que esto parece una telenovela y también se hizo eco de la historia de que podría haberse acogido a la lista de testigos protegidos.

QUE SE HALLA EN BRASIL Y CON MUCHO DINERO

En el famoso “Blog del Narco” - que a veces se lee más que los portales de los diarios supuestamente serios-, un usuario anónimo, identificado como “El10-4”, aseguró que “El Lazca está en Brasil, con un chingo de lana y se salió con la suya” pues lo protegen las autoridades y negocia con la DEA y FBI la entrega del Z-40 para dejarle el camino limpio al Chapo a fin de apaciguar al país antes de que se inicie el nuevo gobierno.

El especialista en temas de seguridad y narcotráfico Edgardo Buscaglia, asesor de Naciones Unidas y experto en materia de reforma judicial en países como Afganistán, Jordania, Pakistán, Nigeria y Colombia, calificó de gran acierto del gobierno mexicano el abatimiento del capo, al que se refirió como “el gerente operativo de una empresa trasnacional”.

Buscaglia opinó que su muerte no representa ningún cambio en el balance de fuerzas en la estructura de Los Zetas porque las autoridades no están atacando las dimensiones política y patrimonial del grupo criminal.

A juicio de este experto, toda la avalancha de opiniones y reacciones especulativas que han sobrevenido tras la caída del capo no son más que un triste show mediático.

Lo cierto es que detrás de éste, se teme que se desate una nueva carnicería en las principales calles del noreste del país, pues no va a pasar mucho tiempo antes de que las facciones desplazadas por el ascenso del Z-40 y la caída de Lazcano se disputen el poder.

Inclusive, los cárteles enemigos de los Zetas, como el del Golfo y Los Caballeros Templarios, ya se preparan para enfrentar con todo a los nuevos Zetas bajo la batuta del que era hasta ahora el número dos, Treviño Morales.

Un día después de la muerte de Lazcano, aparecieron carteles espectaculares en puentes peatonales de Celaya e Irapuato, en Guanajuato y en Guerrero, donde se pronosticaban actos terroristas y muertes indiscriminadas en estados fallidos.

Firmadas por Los Caballeros Templarios, las mantas llamaban a enfrentar a Treviño Morales el “Z40”, unidos todos los mexicanos y a aportar “todos los datos que podamos” para encarar a “estas bestias del mal”.

Lazcano pasará a la historia no sólo por ser uno de los capos más desalmados del país, sino también porque implantó técnicas militares en un cártel de las drogas, lo que habla del gran grado de profesionalización que han alcanzado estas modernas maquinarias criminales-mercantiles.

Si murió o no, lo cierto es que para todos los fines ha sido apartado del campo de batalla, lo que podría marcar una nueva etapa, para bien o para mal, del grupo que más problemas le había traído a las autoridades y a las organizaciones rivales.

Los Zetas fueron el cártel que impuso el ritmo y marcó la pauta de la actuación de las bandas de delincuentes en México y obligó inclusive a cárteles más discretos como el del Golfo o el de Sinaloa a utilizar el ojo por ojo y diente por diente en su estrategias.

La experiencia sin embargo señala que no basta con la muerte un capo para que se acabe la cabeza de la hidra, pues de inmediato rebrotan nuevos tentáculos que convierten al monstruo en algo más amenazante.

GRANOS DE CAFÉ

… Con más de medio siglo de carrera dedicada a eternizar el auge, las vicisitudes y hasta la decadencia de las grandes figuras del México contemporáneo, el maestro fotógrafo Humberto Zendejas falleció el pasado 25 de septiembre en la ciudad de México, a los 79 años.

Nacido en la capital en 1933, el gran fotógrafo había permanecido internado en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por varios días, hasta que un paro cardiaco puso fin a su existencia.

Personaje querido y rechazado, debido a su carácter huraño, Zendejas fue colaborador de la revista Gentesur que me honro en dirigir, circunstancia que propició entre el autor de estas líneas y el destacado maestro, una relación de amistad, afecto y respeto que lo llevó a proporcionarme la serie que tomó en la visita de Marilyn Monroe a México, en febrero de 1962.

Entrevistado a propósito del número especial que con ese motivo publicó Gentesur, Zendejas recordó a la diva hollywoodense como “una mujer dulce y sensual”, pero con su afilado colmillo de fotógrafo de las primadonnas, intuyó que “su aire de inocencia era estudiado, muy aprendido, producto más de la mercadotecnia del cine estadounidense.

“Hoy, cuando veo las imágenes que le tomé a la Monroe y a otros personajes que fueron celebridades en esa época, siento que la fotografía es como un pasado que nos atrapa, pero igualmente como un presente que nos deja”, señaló en esa oportunidad.

En esa charla, el maestro se refirió a los tiempos difíciles de su juventud, cuando se inició en la fotografía y recordó que este oficio era catalogado como “menor, por abajo del trabajo de los reporteros.

“Los fotógrafos, principalmente de espectáculos, siempre fuimos un mal necesario, pero ahora es peor, sobre todo con el surgimiento de los paparazzi, y más cuando -con el auge de las cámaras digitales que ya vienen integradas hasta en los teléfonos celulares- cualquiera se cree fotógrafo”, aseguraba.

Zendejas se lamentaba de que el oficio se hubiera vuelto “muy descarnado”, pero también hablaba de fotorreporteros a los que se les aprecia por su valor artístico y reconoció en la entrevista, realizada en su casa de la colonia Doctores, la importancia de maestros de la fotografía como Manuel Álvarez Bravo y Gabriel Figueroa pero sobre todo le rindió tributo a Héctor García, de quien dijo, lo “orientó sobre las técnicas fotográficas”.

En 2009 Gentesur contribuyó para que presentara su la exposición “Marilyn Monroe en México, tal y como era”, en la estación Pino Suárez del Metro. Descanse en paz el maestro Humberto Zendejas…Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección gentesur@hotmail.com





No hay comentarios:

Publicar un comentario